domingo, 21 de julio de 2013

Importancia de la fibra

La fibra no es más que un hidrato de carbono que no es digerido por nuestras enzimas, por lo que no se absorbe y pasa íntegro por nuestro aparato digestivo, limpiándolo, facilitando el tránsito intestinal y aportando efectos muy beneficiosos para nuestro sistema digestivo y nuestra salud en general.
La fibra es la parte no digerible de los alimentos vegetales, por esta razón tiene cero calorías. Hay dos tipos de fibra, soluble e insoluble, y la mayoría de los alimentos contienen ambas.

Fibra insoluble:

Se encuentra sobre todo en los cereales y sus derivados: pan, pastas y cereales, pero en sus variedades integrales. Este tipo de fibra, aunque como su nombre indica no es capaz de solubilizarse en agua, sí que es capaz de retener ciertas cantidades de agua en su estructura, lo que hace que aumente de volumen.
La consecuencia nutricional más importante de este tipo de fibra es que no es atacada por la flora intestinal en el colon, por lo que se excreta tal cual por las heces. Estas características permiten aumentar la movilidad intestinal, sobre todo del colon, ayudando a prevenir y mitigar ciertos trastornos digestivos como el estreñimiento.




Fibra soluble:

Es la que se encuentra en alimentos como las legumbres, frutas, verduras y también en ciertos cereales como la cebada y avena. Como esta fibra sí se puede solubilizar en agua, cuando entra en contacto con el líquido forma una especie de gel, aumentando de forma significativa su volumen y su capacidad para circular por el intestino.En este tipo de fibra, además de un estímulo del sistema digestivo se reduce el tiempo de tránsito intestinal, algo muy beneficioso para nuestra salud.
Esta fibra sí es fermentada en el colon por su flora, lo que provocará gases (que en gran cantidad provocarán malestar) y ácidos grasos de cadena corta, que se absorberán y podrán utilizarse para proporcionar energía.



Funciones:

Absorben el agua (hasta 5 veces su peso) 
Aumentan el volumen de las heces (eliminan el estreñimiento) 
Aceleran el tránsito intestinal 
Permiten eliminar el colesterol y ciertas sales biliares 
Disminuyen la cantidad de glucosa y de ácidos grasos en la sangre 
Absorben los iones positivos 
Ayudan a eliminar ciertas sustancias cancerígenas o cocancerígenas 
Procuran un medio favorable al desarrollo de ciertas bacterias del colon, que producen sustancias útiles para el organismo y capaces de destoxificar agentes cancerígenos. 
Finalmente, al dar una impresión de saciedad, obligan a reducir la cantidad de alimentos ingeridos. 
Las fibras presentan el inconveniente de eliminar más rápidamente ciertas sales minerales (hierro, zinc, calcio). Esta perdida debe ser compensada con una alimentación bien equilibrada en minerales. 
Además las fibras contienen ácido fítico, que puede presentar ciertos inconvenientes a algunas personas. 




Aviso:

Preocuparse por obtener un tipo de fibra más que el otro debe reducirse simplemente a consumir alimentos que naturalmente son ricos en fibra, estos contendrán el equilibrio perfecto de ambas. Si se comen alimentos enriquecidos con fibra sólo se obtendrá fibra soluble, y no se beneficiará la salud.
Para una persona adulta se recomienda una ingesta diaria de fibra, tanto soluble como insoluble, de 25 gramos al día. Con una ingesta diaria de 5 raciones entre frutas y verduras, más un aporte de cereales integrales (pan, pastas y arroz) esta cantidad está asegurada.
Una forma de introducir las cantidades óptimas de fibra en la dieta es asegurarnos de que en cada comida hay algún alimento rico en fibra, por ejemplo: Desayuno: zumo de naranja; Media mañana: manzana; Comida: verdura; Merienda: cereales integrales; Cena: pan integral

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