En esta entrada profundizaré este tema y daré a conocer algunos de los mitos más frecuentes y algunos beneficios que estos dulces nos otorgan.
Al masticar chicle, estamos degustando algún "alimento" en nuestra boca y el sabor que tendrá nos hará sentir que en realidad comemos algo y evitaremos así comer demás en las comidas o picar entre horas. También masticar chicle ayuda a quemar calorías pero son mínimas, son sólo 11 calorías por hora y no tenemos planeado pasar el día masticando chicle, ¿o sí? Además, el sabor del chicle puede tener mucho que ver con lo que comas después.
En el estudio llevado a cabo desde el Departamento de Ejercicio y Ciencias de la Nutrición de la Universidad americana de Buffalo, aportan matices a estos resultados. Los autores de esta investigación comprobaron que el sabor del chicle influye en lo que se coma después. Así, evidenciaron que comer chicles de menta no tenía efecto sobre la ingesta total de energía ni sobre el consumo de snacks en comparación con el consumo de chicles de sabor a frutas, o comparado con no tomar goma de mascar. Otro experimento, realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de Glasgow Caledonian, en Reino Unido, aporta un nuevo matiz: observa que la goma de mascar suprime el apetito y el deseo en especial por los aperitivos dulces, pero no por los aperitivos salados ni tampoco por los bocadillos salados. Estos datos contrastan, en cierta medida, con los del Departamento de Alimentos y Nutrición de la Universidad norteamericana de Purdue, que no apoyan un efecto reductor sobre el apetito, ni sobre la ingesta a corto plazo al masticar chicles edulcorados, ni dos horas después de la comida ni al masticarlos cuando se tiene hambre.
Cuando decimos que el comer chicle nos suprime el hambre y el apetito estamos en lo cierto pero a la vez engañados. Pues, creemos que nos suprime el apetito sólo por el hecho de estar masticando algo con sabor, aunque lo que en realidad hace es distraer nuestro cerebro. Con respecto al hambre, sólo estamos engañándonos, porque esa sensación la percibimos por el hecho de estar tragando aire y por lo tanto, notaremos nuestro abdomen más grande cuando nos fijemos. Esto puede ser muy peligroso si sueles masticar chicle muy a menudo, ya que acumularás mucho aire en el vientre y te llenarás de gases, por lo tanto, tendrás un abdomen más amplio y centímetros de más alrededor de tu cintura.
Además el chicle sin azúcar tiene componentes que actuarán como laxantes y te harán deshidratarte, ya que los laxantes no son una forma de adelgazar y te destruirán la flora intestinal, aparte de ocasionarte problemas como gastritis por estar engañando al estómago y hacer que produzca ácido gástrico que en lugar de quemar alimentos, quemará tus paredes estomacales.
El chicle está bien de vez en cuando pero no es recomendable si lo usarás para adelgazar.
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